Lo básico

Hay una sola cosa con la que no puedo dejar de emocionarme cada vez que se da en un tema de conversación o una canción, algún libro o lo que fuese. 
Dios.
Me resulta imposible que el corazón no me lata más rápido o me pasa también que quiero decir tantas cosas que no se por dónde empezar.
Es algo que no puedo evitar, ni quiero. No busco hacerlo ni pretendo pedir opiniones sobre esto porque no las necesito. Se da, pasa, está presente en mi.
Me despierto con un convencimiento de que estoy viva para Dios. 

De Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas.

Aunque a veces (por no decir siempre) la gente me maltrate, juzgue, prejuzgue, no me tolere, me considere un ser no pensante, se crean superiores, me critiquen, me traten de manera inferior, etc. Nada de esas cosas se comparan con:
1) Lo que Jesús sufrió por mi
2) La gloria futura, la que está por venir, la que es una promesa para aquellos que aman a Cristo.

La conclusión de mi blog es un no-cierre, porque con esto me estoy abriendo y explicando qué pasa por mi cabeza cuando decido hacer un blog sobre Dios y el amor en general; buscando la aprobación de Dios antes que la de cualquier otro.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario